Murtas y aroma en nuestros montes.

Myrtus communis, mirto, murtero o arrayán (de todas estas maneras podemos llamarlo), es un arbusto de hoja perenne, verde todo el año, que podemos encontrar frecuentemente en nuestros montes, sobre todo en sitios con cierta humedad y con algo de arcilla o arenisca en el suelo, formando parte del estrato arbustivo de encinares, alcornocales e incluso pinares.

Se trata de un arbusto aromático, cosa que podemos comprobar si frotamos nuestras manos sobre sus hojas o si partimos algunas de ellas y olemos el aceite esencial que desprende.

Sus flores de color blanco y cargadas de estambres, resaltan sobre el verde de sus hojas produciendo una espectacular y olorosa floración, que no sólo decora nuestros montes, sino que hace a este arbusto muy adecuado para su uso en jardinería doméstica y urbana (sobre todo en jardines hispano-árabes), aspecto al que contribuye su carácter mediterráneo, siendo muy adecuado para la creación de setos.

 

Flor de Myrtus communis



Sus frutos (denominados murtas) son comestibles; primeramente son verde, aunque luego en la maduración se tornan de un color azulado con una especie de polvillo blanquecino que le recubre, el cual se desprende con sólo tocar el fruto. A pesar de su carácter aromático, sus frutos presentan un característico amargor, dando sensación de aspereza en la boca al comerlos, sensación que se incrementa si mordemos y partimos sus semillas. No obstante, éstos se han consumido desde siempre e incluso se han elaborado con ellos licores. Aunque las “murtas” maduran a lo largo del otoño, todavía es posible encontrarlas en nuestros montes, pues pueden aguantar casi todo el invierno sobre el arbusto.



Frutos de Myrtus communis



En nuestra zona se denomina como mirto o murtero, pero en otros lugares de Andalucía se emplea la denominación de arrayán, término que proviene del árabe Ar-Rayhan, que significa  “aromático”, aludiendo a la esencia aromática que desprende, principalmente mirtol. Su composición, olor y propiedades son similares a las esencias de eucalipto, aunque esto no es de extrañar porque tanto el mirto como los eucaliptos pertenecen a la misma familia, las Mirtáceas. Las esencias de mirto y eucalipto poseen propiedades contra el asma, usándose además para infecciones pulmonares y bronquiales, empleándose tanto sus aceites esenciales como sus hojas en infusión.

De cara a la recolección de sus frutos se recomienda el máximo respeto hacia el arbusto, debiéndose evitar una recolección abusiva y salvaje, que conlleve daño del mismo.