Los comúnmente llamados “meaos de zorra” decoran los bordes de caminos y cunetas de carreteras en esta época. Pasan desapercibidos para una gran mayoría de gente, de los cuales sólo conocen su peculiar nombre común, proveniente del olor que desprenden, maloliente para muchos. En realidad estas plantas con flores de color blanco, son narcisos; uno de un buen grupo de ellos que podemos encontrar entre la flora andaluza. Si nos acercamos un poco, podremos contemplar la belleza de sus flores, caracterizadas por la presencia de 6 tépalos y de una característica corona en el centro en forma de copa. Las flores se agrupan en inflorescencias, encontrándose los pedicelos de las mismas un poco envueltos en una hojilla de aspecto seco, denominada espata. Estamos ante Narcissus papyraceus, el narciso más común de todos los que podemos encontrar en la serranía de Grazalema.
Narcisssus papyraceus |
Narcissus papyraceus |
Narcissus assoanus es otro de los narcisos silvestres que podemos encontrar con cierta facilidad a partir del mes de enero. De color amarillo y de menor tamaño, crece en grietas de roca calcárea y suelos pedregosos calizos.
Narcissus assoanus |
Narcissus fernandesii es más raro de ver, aunque aparece formando rodales en prados con cierta humedad. Esta especie es endémica del Suroeste de la Península Ibérica, encontrándose amenazada. Está catalogada como Vulnerable por la Ley 8/2003 de la flora y fauna silvestres de Andalucía.
Narcissus fernandesii |
Narcissus bulbocodium, es un pequeño narciso de flores solitarias con una corona ancha y más larga que los tépalos. Lo podemos encontrar en zonas encharcadas temporalmente o muy húmedas.
Narcissus bulbocodium |
Narcissus bugei es el mayor de todos los narcisos que podemos encontrar en esta zona, presentando un corona de mayor tamaño que los tépalos continuándose hacia abajo a lo largo del tubo del periantio. Especie catalogada como En Peligro de Extinción por la Ley 8/2003 de la flora y fauna silvestres de Andalucía.
Narcissus bugei |
Narcissus serotinus presenta una pequeña corona de color anaranjado y estambres situados a dos alturas. De floración otoñal. Crece por casi toda esta zona.
Narcissus serotinus |
Narcissus cavanillesii, también de floración otoñal, podemos contemplarlo en suelos arcillosos de las zonas bajas de la serranía, en los denominados bujeos.
Narcissus cavanillesii |
En la serranía de Grazalema podemos encontrar además Narcissus cuatrecasii, así como Narcissus x perezlarae; cerca de aqui, en la zona del Campo de Gibraltar podemos encontrar Narcissus viridiflorus; y en el litoral gaditano, Narcissus gaditanus.
Las inflorescencias de los narcisus presentan unas características muy particulares, destacando la presencia de la espata (bráctea), hojita con textura membranosa y aspecto seco que rodea a los pedicelos florales; y la corona, esa especie de copa o embudo que aparece en el centro de la flor. El tallo sobre el que se sitúan las flores es el escapo.
La recolección incontrolada de sus bulbos con fines ornamentales conlleva problemas de conservación en algunas de estas especies. La belleza y el olor de estos narcisos silvestres hace que sean utilizados para su hibridación con otros de carácter ornamental, lo que puede ocasionar problemas en las poblaciones si se produce una recolección excesiva.
Asimismo, la limpieza de maleza de las cunetas utilizando herbicidas, perjudica las poblaciones de algunos de ellos que encuentran en los bordes de carretera uno de sus hábitat.
Hola manolo: vaya colección de narcisos, a cual más bonito. No tenía ni idea de su gran número. Un buen comienzo para tu blog este interesante artículo. Un saludo: Juan
ResponderEliminarHola Manuel, una colección preciosa de los marcisos de tu querida sierra.Es bueno dar a conocer tanta belleza.Un abrazo.
ResponderEliminarme ha encantado tu blog y en especial esta entrada.
ResponderEliminarSeguiré tu blog
un saludo Manolo
salvi