Un año más, llega el otoño cargado de sonidos, colores, olores y cómo no, de sabores.
A mediados de septiembre, un sonido se extiende a todo lo largo de la geografía de la Península Ibérica, convirtiéndose por unas semanas en la banda sonora de nuestros montes, la berrea. Los ciervos comienzan a dejarse ver e intentar reunir el mayor harem de ciervas posible, compitiendo entre ellos, emitiendo unos imponentes sonidos guturales y luchando con sus cuernas en peleas, de las cuales saldrán ganadores y perdedores, todo para demostrar quien es el más fuerte y el que debe cubrir a las ciervas. En algunos casos esta peleas son tan fuertes que los machos perdedores pueden llegar incluso a morir.
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Unas fotos absolutamente fantásticas, Manolo. Te felicito.
ResponderEliminarUn saludo
En efecto el olor del otoño, del suelo otoñal, no se puede comparar con nada. Abrazos.
ResponderEliminarBuenos días, Manolo:
ResponderEliminarTe notifico que he decidido distinguir tu labor con el premio “The Versatile Blogger Award”. Según las normas del mismo habrías de escribir un post donde indiques de quién lo recibiste, las siete características principales de tu propio blog y 15 blogs más a los que tú, a tu vez, desearías conceder dicho premio.
Aquí tienes el post que acabo de publicar con un enlace hacia tu blog:
http://jardin-mundani.blogspot.com.es/2012/10/una-sorpresa-un-honor-un-compromiso.html
Un saludo desde Mallorca:
Juan Bibiloni
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